Diálogo con la lágrima.

Qué porfiada la lágrima que se queda en casa,
afuera lloviendo y la invito a llover.

Allá no soy una y con muchas me canso -me dice-,
si me lluevo me pierdo, si yo llego a emerger.

Si no emerges qué hago ¿Te lloro pa' adentro?
Que pa' adentro me ahogo y no sé de toser.

Yo te armo una balsa y te muestro la orilla -riendo-,
que si medio me asomo me llegan a ver.

De cuándo pudor si tú eres sincera,
de qué huyes tan diáfana, qué no quieres querer.

Quiero ser residente y las ideas regarte,
prometo silencio y pagar mi alquiler.

El precio es alto.

Alto el compromiso. Pues para que nazcas vos,
yo no he de nacer.

Entonces seamos.

Comentarios

  1. No sé si te lo he dicho antes Alejandro, pero la verdad te aprecio mucho, en serio.

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